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En fuga continua de mi propia prisión.

lunes, octubre 31, 2011

Sobre el amor a ciertos niños

"Una vez fui de visita un fin de semana a casa de Maggie Fowler, en los Hamptons. Su hijo, un chico de ocho o nueve años, estaba con ella. Era hijo de su primer matrimonio y, evidentemente, pasaba la mayor parte del tiempo con su padre o en el colegio. Parecía un poco incómodo con Maggie. Tenía ese extraordinario aire de intimidad de que gozan algunos niños. Quizás en su caso fuera el resultado de los rigores del divorcio, pero lo he visto en toda clase de niños. Me levanté pronto el sábado por la mañana y, como me lo encontré en el piso de abajo, fui con él andando a la playa, a nadar. Por el camino me cogió de la mano (una atención poco habitual en un niño de su edad) y supuse que se sentiría solo; pero si así se explicaba su conducta, entonces yo también debería sentirme solo, porque disfruté de su compañía. Puede que me recordara mi propia infancia. El eco de un afecto profundo, que en parte seguramente es recuerdo, fue lo que yo experimenté. Nos dimos un buen chapuzón, desayunamos juntos y después él me preguntó, muy tímidamente, si quería jugar a la pelota. Pasamos tal vez una hora en el jardín trasero, lanzando y atrapando una pelota. Después bajaron los demás y empezamos a beber bloody marys y hubo las actividades habituales de un fin de semana, la mayoría de las cuales excluían a un niño de su edad. Esa noche, cuando nos estábamos vistiendo para salir, Maggie llamó a mi puerta y me dijo que su hijo quería que fuera a darle las buenas noches. Lo hice. Cuando me levanté el domingo por la mañana, estaba sentado en una silla junto a la puerta de mi habitación, y una vez más fuimos andando a la playa. No lo vi mucho a lo largo del día, pero fui consciente de su persona: sus pasos, su voz, su presencia en la casa. Regresé a la ciudad el domingo por la tarde y nunca he vuelto a verlo ni a saber nada de él, pero indudablemente sentí por él algo parecido al amor durante las escasas horas que pasamos juntos".

John Cheever, Bullet Park