Todas las identidades tienen su punta del iceberg: esa parte entre más visible, más medible y más presta a la taxonomía o la exégesis, que sirve a la convención cultural para convertirla en categoría de sujeto.
La de marica tiene su puntita en la sexualidad. Grosso modo.
Pues bien, dado que hace meses que no ejerces y sigues "siéndolo", ejecutemos una proposición lógica a la inversa: a partir de ahora quedas autoinvestido como escritor. Apenas tienes producción, la novela te está costando más que un niño tonto y permaneces inédito. Pero lo que es, ES.
Querido mío, contigo que siempre me acuesto y siempre me levanto: bienvenido al mocho y vulgar párnaso 2.0 de los artistas.
Ya decía Judith Butler que no hay mayor acto de "apoderamiento" que el acto "performativo". Dices "soy" y lo eres.
Hala, a pegar codazos...